Las
proteínas son consideradas nutrientes plásticos, es decir,
esenciales para la construcción de estructuras de nuestro cuerpo, el
músculo entre ellas. Pero las
proteínas también nos ayudan a perder peso
por el impacto que tienen en nuestro metabolismo y sus
características.
Esto
no quiere decir que una dieta basada exclusivamente en proteínas es
lo mejor para perder peso. Ya que la ingesta de proteinas debe ser la
correcta. A continuación vamos a ver cómo una ingesta
“correcta” de proteínas
o algo más elevada de lo normal puede ayudarnos con la pérdida
de peso.
El efecto saciante de las proteínas
Cuando comemos alimentos ricos en proteínas se produce un efecto saciante prolongado. Eso por ejemplo no ocurre con los hidratos de carbono y menos con los azúcares, que tienen el efecto contrario. De esta forma, con una comida rica en proteínas nos sentiremos saciados y con más sensación de plenitud, cortando antes el aporte calórico.
Esto
lo podemos utilizar como estrategia dietética, de modo que en la
parte del día donde más ansiedad tengamos por comer hagamos una
ingesta de alimentos protéicos para controlar esa sensación y notar
la saciedad. Que a igual cantidad de calorías de hidratos, grasa y
proteínas, la
proteínas genere antes la sensación de plenitud,
es una ventaja con la que contamos.
La masa muscular aumenta el gasto energético
Con
mucha frecuencia suele ocurrir que tanto una persona sedentaria como
un deportista quiere perder peso y sigue una dieta baja en calorías
o hace mucho ejercicio. Esto tiene su lado positivo: lograremos
adelgazar si el déficit energético es suficiente. Pero por otro
lado, podemos correr el
riesgo de no aportar suficientes proteínas y estar perdiendo masa
muscular.
Proteger
la masa muscular o incluso incrementarla
con una rutina de hipertrofia es fundamental para adelgazar. El
músculo es el tejido más metabólicamente activo que tiene el
cuerpo, aún cuando estamos en reposo, cuanto más tengamos mejor
porque más grasa podremos quemar. Podemos hacer un régimen
dietético donde bajemos las calorías, pero asegurémosnos de que la
ingesta de proteínas queda cubierta aportando 1,2-1,5 gramos de
proteínas por cada kilo de peso.
Esto
es algo que resulta muy paradójico para alguien que comienza a hacer
deporte para perder peso, porque al principio incluso puede ganarlo a
base de masa muscular y pensar que el ejercicio no funciona. Pero
toda masa muscular que creemos no va a ser en vano, es una inversión
a largo plazo, como un
horno que no va a parar de quemar calorías.
Las proteínas aumentan la creación de músculo
Algo
muy relacionado con el punto anterior y con el objetivo de crear
más tejido muscular para así ser metabólicamente más activo
y consumir más calorías. Los aminoácidos procedentes de la dieta
suponen un estímulo para la síntesis protéica, así evitaremos
pérdida de masa muscular o incluso podremos aumentarla.
Parece
ser que al ingerir alimentos protéicos hay cambios en los niveles da
aminoácidos esenciales, sobre todo de leucina. Esto es un estímulo
en las vías que conducen a la síntesis protéica.
Si hemos provocado el estímulo para la creación de músculo y hay
aminoácidos suficientes para construirlo, perfecto.
Las proteínas necesitan de más energía para ser digeridas
Un
consumo de alimentos protéicos produce un mayor gasto energético
para digerirlos.
Es lo que conocemos como efecto térmico de los alimentos o
termogénesis.
Las proteínas son moléculas complejas que digerir y necesitan de
más recursos que otros nutrientes para ser digeridos.
Un
alimento rico en azúcar sabemos que se absorbe con relativa
facilidad, en cambio un aminoácido procedente de una proteínas de
la carne no es tan eficiente. Mientras que grasas e hidratos pueden
necesitar de un 10-15% de la energía de la comida para digerise, las
proteínas van a necesitar nada menos que el 25% del gasto energético
de una comida para ser digeridas.
Aunque
en cifras no resulte un dato muy extremo, esto sumado a los factores
antes nombrados nos proporciona cierta ventaja metabólica para
quemar más calorías y evitar comer más.
Conclusiones respecto a las proteínas para adelgazar
Basar
una dieta en proteínas no es algo milagroso
que hace que perdamos kilos de forma acelerada. Simplemente tenemos
que asegurarnos de que en nuestra dieta hay las suficientes
proteínas, ya que así tendremos un punto de apoyo para mejorar la
pérdida de peso. Por supuesto, mejorar hábitos nutricionales y
hacer ejercicio son los pilares básicos de un programa para pérdida
de peso.
Alimentos
como: carne,
pescado, legumbres, huevo, leche y frutos secos
van a ser fundamentales en una dieta para perder peso. No hay que
basarse solamente en verduras y fruta, que tienen pocas calorías,
sí, pero muy pocos nutrientes.
Un
aporte correcto de proteínas va a permitir proteger
y crear músculo, que gastará mas calorías al día.
La sensación de saciedad al comer nos llegará antes, pudiendo
controlar el apetito y la ansiedad por comer. Y por último, el
digerir proteínas le cuesta más energía al organismo, una ayudita
más.
Como
veis, consumir
proteínas de forma correcta en una dieta de adelgazamiento
no es milagroso pero nos va a proporcionar un pequeño empujoncito
que hará más visible conseguir nuestro objetivo.
Entre los alimentos destacados para sumar proteínas magras a nuestra dieta para adelgazar encontramos:
¿Qué proteínas elegir?
Claramente si buscamos perder peso no sólo es importante la cantidad sino también la calidad de los ingredientes que ofrecen calorías en nuestra dieta, por ello, al momento de escoger proteínas siempre es mejor optar por los alimentos magros, es decir, elegir proteínas sin muchas grasas.Entre los alimentos destacados para sumar proteínas magras a nuestra dieta para adelgazar encontramos:
- Clara de huevo: no tiene grasas en absoluto, muy bajo aporte de hidratos y sobre todo, es fuente de proteínas de calidad que se aprovechan eficientemente en el organismo. Sin muchas calorías, las claras pueden sumar proteínas para saciar y estimular el gasto calórico de nuestro cuerpo durante la digestión.
- Lácteos desnatados: estos alimentos también pueden sumar proteínas, aunque no en igual proporción que la clara de huevo, pero con pocas grasas si escogemos la versión desnatada. Además, también son fuente de minerales y vitaminas valiosas para el organismo.
- Carnes magras: ya te hemos mostrado algunos cortes de carne magra que puedes escoger para obtener proteínas con pocas grasas, así como mucho hierro en tu dieta para adelgazar.
- Legumbres:
aunque no son proteínas de buena calidad por ser de origen vegetal,
son casi nulas en grasas y poseen un alto contenido de fibra.
También son de baja densidad energética y por ello, resultan
ideales para sumar proteínas a la dieta si buscas perder peso.