Es
frecuente pensar que en una dieta para perder peso se deben eliminar la
pasta de la mesa. Sin embargo, ya hemos mostrado que este alimento
puede ofrecer muchos beneficios y
que no debemos dejar de incluirlo en la dieta habitual. Sin embargo,
podemos modificar el modo en que lo consumimos. Para ello, te
mostramos la
mejor forma de cocinar la pasta si buscas perder peso.
Ventajas de incluir la pasta en la dieta para adelgazar
Las
pastas no sólo
no
poseen grasas sino
que además, son un alimento de baja
densidad calórica,
es decir, que la relación entre volumen y calorías que ofrecen es
apropiada para un plan que busca "desconcentrar" la energía
de los platos.
Por
otro lado, las pastas son fuente de vitaminas
del complejo B que
ayudan al funcionamiento cerebral y neuromuscular y también, tienen
la capacidad de favorecer la producción de serotonina en el cuerpo,
hormona que nos relaja y nos brinda sensación de placer, por lo que
son necesarias si queremos sentirnos
bien mientras
cumplimos nuestro plan para perder peso.
No
podemos olvidar el hecho de que las pastas son un alimento muy
versátil
y popular en
nuestra cocina, por lo que si queremos volver más aceptable nuestra
dieta y permitirnos comer en sociedad sin obstaculizar la pérdida de
peso, es muy provechoso su inclusión en nuestra mesa.
Cómo cocinar la pasta si buscas perder peso
Si
tu objetivo es
perder
peso no
debes dejar de incluir pastas en la dieta, sin embargo, puede ser muy
favorable introducir algunos cambios a la forma en que consumimos
este alimento.
Para
que puedas disfrutar de las pastas sin interrumpir la pérdida de
peso, te recomendamos, además de
moderar
la cantidad consumida,
poner en marcha los siguientes consejos
en la cocina:
- Cocinarla "al dente", es decir, retirarla del agua antes de que cumpla su tiempo de cocción, de manera que ofrezca resistencia al morderla y que además de exigirnos más tiempo de masticación, demande más tiempo para digerirse, lo cual implica un menor índice glucémico, más saciedad y energía por más tiempo.
- Combinarla con proteínas magras, de manera de reducir su índica glucémico y ampliar su capacidad para saciar el organismo. Contra todo mito, combinar una pasta con ternera magra, pechuga de pollo, huevo, o queso bajo en grasas puede ser de mucha ayuda para calmar el apetito sanamente.
- Escoger su versión integral, sea cual sea su forma, pues lo mejor es obtener más fibra, más dureza y más tiempo de digestión pasándonos a las pastas integrales o en su defecto, con fibra añadida.
- Combinarla con vegetales varios, de manera de sumar fibra y reducir el índice glucémico pero además, agregar buenos nutrientes y mucho volumen sin demasiadas calorías extra.
- Elaborarla en el almuerzo, pues las pastas son recomendables en las primeras horas del día, mientras que por la noche, sus calorías no llegan a ser consumidas y hay más probabilidades de que sus restos se acumulen como grasas en el cuerpo.
Con
estos consejos podrás lograr la
mejor forma de cocinar pastas si buscas perder peso.