Si
buscan en Google encontrarán varias páginas donde hablan de la
Dieta Metabólica. Sin embargo, la mayoría de las cosas que dicen
allí no sirve para nada. Verán que hablan de dietas hechas para
cada quién y personalizadas, pero ahí mismo les dan una lista de
cosas para comer durante una semana ó 15 días. La verdadera dieta
metabólica no tiene nada que ver con eso!
La verdadera dieta metabólica contempla una forma de alimentarse de por vida (nada de una o dos semanas) y que además se basa en cómo es el metabolismo de cada quien (nada de dietas generales que sirven para todo el mundo).
La verdadera dieta metabólica contempla una forma de alimentarse de por vida (nada de una o dos semanas) y que además se basa en cómo es el metabolismo de cada quien (nada de dietas generales que sirven para todo el mundo).
La
dieta metabólica quien la explica mejor es su autor más renombrado,
William Wolcott, quien escribió el libro "La
Dieta Metabólica". No lo he leído completo porque no he
podido conseguirlo, pero en varios extractos del libro, artículos
del propio autor, y de otros médicos y seguidores, sé que te enseña
a ajustar tu propia dieta observando la respuesta de tu cuerpo a
algunos cambios alimenticios importantes.
Como cualquier dieta que se respete (y entiéndase "dieta" como "manera de alimentarse"), insiste en el consumo de alimentos naturales y no procesados. El énfasis está en el papel que juegan los macronutrientes en nuestro organismo, particularmente los carbohidratos que son los que más debemos controlar (las proteínas y las grasas se equilibran cuando variamos la cantidad de carbohidratos).
La filosofía de la dieta es que ningún nutriente es malo o bueno por si mismo, sino que lo es dependiendo del metabolismo de cada quién. Si uno no consume aquellos nutrientes que son necesarios para uno de acuerdo a su tipo de metabolismo, habrá falta de energía, problemas de peso, y problemas de salud. Por el contrario, si uno consume los nutrientes adecuados para su tipo de metabolismo, y en las cantidades adecuadas, el cuerpo recuperará su peso ideal y su estado de salud ideal de manera natural, pues está diseñado genéticamente para ser perfecto y 100% eficiente siempre y cuando se le den los nutrientes que requiere.
Como cualquier dieta que se respete (y entiéndase "dieta" como "manera de alimentarse"), insiste en el consumo de alimentos naturales y no procesados. El énfasis está en el papel que juegan los macronutrientes en nuestro organismo, particularmente los carbohidratos que son los que más debemos controlar (las proteínas y las grasas se equilibran cuando variamos la cantidad de carbohidratos).
La filosofía de la dieta es que ningún nutriente es malo o bueno por si mismo, sino que lo es dependiendo del metabolismo de cada quién. Si uno no consume aquellos nutrientes que son necesarios para uno de acuerdo a su tipo de metabolismo, habrá falta de energía, problemas de peso, y problemas de salud. Por el contrario, si uno consume los nutrientes adecuados para su tipo de metabolismo, y en las cantidades adecuadas, el cuerpo recuperará su peso ideal y su estado de salud ideal de manera natural, pues está diseñado genéticamente para ser perfecto y 100% eficiente siempre y cuando se le den los nutrientes que requiere.
¿Cuáles son los tipos metabólicos?
El tipo de metabolismo (la forma en que nuestro cuerpo obtiene y gasta energía) va a estar determinado, según la dieta metabólica, por el funcionamiento del sistema nervioso autónomo (si hay dominancia parasimpática - por quemar energía -, o simpática - por almacenar energía-) y por la velocidad de oxidación celular (qué tan rápido las células obtienen energía de los alimentos).
Para ponerlo simple, la dieta del tipo metabólico establece que podemos clasificar a las personas en tres tipos, de acuerdo con su metabolismo:
Tipo
Proteína: son oxidadores rápidos y tienen dominancia
parasimpática (instinto de "pelea o huye"). Tienden a
tener hambre todo el tiempo, antojarse de comidas grasosas y
saladas, fracasar en las dietas de bajas calorías, y sufrir de
fatiga, nervios o ansiedad. No toleran bien los dulces ni los
estimulantes (les dan altos y bajos de energía). Deben comer dietas
ricas en proteínas y grasas, y bajas en carbohidratos.
Tipo
Carbohidrato: son oxidadores lentos y tienen dominancia
simpática (conservadores de energía). Tienden a tener poco
apetito, dificultades con el control del peso, toleran bien los
dulces y suelen ser adictos a la cafeína. Deben comer dietas altas
en carbohidratos, y bajas en proteínas y grasas.
Tipo
Mixto:
no son oxidadores rápidos ni lentos, ni tienen dominancia simpática
o parasimpática. Generalmente tienen apetito normal, antojos
por dulces y almidones, no tienen problemas de peso y tienden a
ser más bien nerviosos y ansiosos. Deben comer una mezcla de
proteínas altas y bajas en grasas, y la proporción entre
proteínas, carbohidratos y grasas debe ser más o menos
equivalente.
Como
ya se podrán imaginar, los Tipo Carbohidrato toleran mejor los
carbohidratos que los Tipo Proteína, y los Tipo Mixto no se ven
particularmente afectados por la cantidad de carbohidratos que
coman.
"Tolerar" o no los carbohidratos se refiere a la manera en que el cuerpo procesa este macronutriente y obtiene energía de él. Cuando el carbohidrato es bien tolerado, al comerlo nos sentimos satisfechos por largo tiempo, sin hambre, y con niveles de energía estables. Cuando no lo es, nos da hambre al poco rato de haber comido, el consumo del carbohidrato nos da un subidón de energía seguido por un bajón de energía, y sentimos necesidad de comer más del mismo carbohidrato...
¿Suena familiar? Pues sí, resulta que muchos somos del Tipo Proteína, lo que explica el círculo vicioso en el que entramos cuando comemos carbohidratos en exceso: simplemente no los toleramos bien, y tenemos adicción a los carbohidratos. Al disminuir considerablemente la cantidad de carbohidratos, los Tipo Proteína encontramos el secreto para adelgazar sin pasar hambre, pues no volvemos a sentir los terribles atracones, no tenemos hambre constantemente, y tenemos niveles de energía adecuados durante todo el día.
Eso sí, hay que adecuar bien la cantidad de carbohidratos, porque si los disminuimos más de la cuenta corremos el riesgo de sentirnos demasiado fatigados y con muy poca energía. De hecho, esto lo experimentan inmediatamente los Tipo Carbohidrato cuando entran en dietas hiperproteicas sin saber que ese tipo de alimentación no es adecuado para su organismo.
Según Wolcott, la distribución recomendada de nutrientes es la siguiente (OJO, son porcentajes de referencia, aproximados):
"Tolerar" o no los carbohidratos se refiere a la manera en que el cuerpo procesa este macronutriente y obtiene energía de él. Cuando el carbohidrato es bien tolerado, al comerlo nos sentimos satisfechos por largo tiempo, sin hambre, y con niveles de energía estables. Cuando no lo es, nos da hambre al poco rato de haber comido, el consumo del carbohidrato nos da un subidón de energía seguido por un bajón de energía, y sentimos necesidad de comer más del mismo carbohidrato...
¿Suena familiar? Pues sí, resulta que muchos somos del Tipo Proteína, lo que explica el círculo vicioso en el que entramos cuando comemos carbohidratos en exceso: simplemente no los toleramos bien, y tenemos adicción a los carbohidratos. Al disminuir considerablemente la cantidad de carbohidratos, los Tipo Proteína encontramos el secreto para adelgazar sin pasar hambre, pues no volvemos a sentir los terribles atracones, no tenemos hambre constantemente, y tenemos niveles de energía adecuados durante todo el día.
Eso sí, hay que adecuar bien la cantidad de carbohidratos, porque si los disminuimos más de la cuenta corremos el riesgo de sentirnos demasiado fatigados y con muy poca energía. De hecho, esto lo experimentan inmediatamente los Tipo Carbohidrato cuando entran en dietas hiperproteicas sin saber que ese tipo de alimentación no es adecuado para su organismo.
Según Wolcott, la distribución recomendada de nutrientes es la siguiente (OJO, son porcentajes de referencia, aproximados):
Tipo | Proteínas | Carbohidratos | Grasas |
Proteína |
50%
|
30%
|
20%
|
Carbohidratos |
20%
|
70%
|
10%
|
Mixto |
40%
|
50%
|
10%
|
Comienzo
entonces con los porcentajes recomendados de acuerdo a mi tipo
metabólico y de allí en adelante lo que queda es ir ajustando de
acuerdo a lo siguiente:
- Si mis niveles de energía oscilan demasiado durante el día y empiezo a sentir antojos por comer carbohidratos, o si empiezo a engordar, es porque estoy comiendo demasiados.
- Si empiezo a sentirme demasiado débil y sin fuerza, o si mi peso se estanca, es porque estoy comiendo muy pocos carbohidratos.
- Si me siento satisfecha con las comidas, con suficiente energía y claridad mental, y además pierdo peso naturalmente (si tengo sobrepeso, claro está), es porque las proporciones son adecuadas.
En
cualquier caso, sigo insistiendo: los carbohidratos, sean muchos o
pocos, deben venir de fuentes naturales, como vegetales y frutas, y
NUNCA de alimentos procesados, como harinas refinadas y azúcar. Esa
es la regla de oro para un cuerpo sano y delgado, sin esfuerzos.
¿Cómo saber tu tipo metabólico?
Primero quiero resaltar que el tipo de metabolismo de cada quien va a entrar en alguna de las tres categorías que describí, pero no necesariamente tendremos TODAS las características que se señalan para cada tipo. Lo importante es lo general, entender mejor qué cantidades de macronutrientes nos harán bien según el tipo de metabolismo, arrancar desde allí e ir ajustando la dieta.
En la página www.dietametabolica.es hay un test, pero no funciona muy bien. Si pueden hacerlo en inglés, les recomiendo el de esta página que es sumamente completo (eso sí, lleva un rato hacerlo, pero está muy bien):
Descubre tu tipo metabólico (enlace en inglés)
Si no, el libro "Comer Para Perder" de Isabel de Los Ríos (que se puede descargar al computador una vez que lo adquieres), está el test completo en español y, de hecho, te enseña a adaptar la dieta de acuerdo a los resultados que hayas obtenido, tomando en cuenta factores como la intolerancia a los lácteos y al glúten, entre otros.
Os diré que yo hice el test y aunque algunas cosas no se adaptaban a mi forma de ser, habían características que de verdad me definen, de manera que al final fue muy claro el resultado del test: yo soy del tipo proteína.
Y tú ¿de qué tipo eres?