Tim
Ferriss
es, sin lugar a dudas, una de las celebridades más conocidas en
internet. Es conocido como un gurú de la productividad, y sobre todo
como un “diseñador” de estilos de vida. Su primer libro, La
Semana Laboral de 4 Horas, le catapultó a la fama, y a partir de
ahí, ha continuado publicando libros. El último, “The 4 Hour
Chef”. Sin embargo, el que nos ocupa hoy es su segundo libro, “The
4 Hour Body“.
Una “guía poco común para la pérdida rápida de grasa, sexo
increíble, y convertirse en superhumano”, según reza la portada.
Dentro
de las muchas recomendaciones de salud, actividad física o sexo, hay
una parte especialmente importante, dedicada a la pérdida de peso.
Además de trucos, Tim recomienda un tipo de dieta milagro que
denomina “Slow
Carb“.
Según el autor, es una de las formas más efectivas para perder
hasta 10 kilos en 30 días sin hacer ejercicio. En el artículo de
hoy vamos a poner bajo la lupa esta dieta.
En qué consiste la dieta Slow Carb
Vamos
primero con el nombre, “Slow Carb”. Con este término Ferriss se
refiere a que vamos a consumir hidratos
de carbono de absorción lenta,
principalmente en forma de legumbres.
No es una dieta baja en hidratos, o low-carb, sino que incorpora
aquellos que podrían engordar menos. La dieta, se basa en 5
reglas simples:
- Evitar los hidratos de carbono blancos
- Repetir las mismas comidas una y otra vez
- No beber calorías
- No comer fruta
- Tomarse un día de descanso de la dieta por semana
Estas
son las reglas, según Ferriss, “Seguidas al pie de la letra, nunca
las he visto fallar. Nunca.”
No me
cabe la menor duda. Como no me cabe la menor duda, que la
dieta Dukan, la dieta Atkins, o la dieta de la alcachofa, pueden
conseguir los mismos resultados con un margen muy escaso de
diferencia. La cuestión es que esos
principios en los que se basa son muy cuestionables,
y lo que es más importante, ¿cuál o cuáles de ellos son los que
realmente funcionan? ¿Funcionarían solo 2 ó 4?
A FAVOR Y EN CONTRA
Vamos
por puntos.
Punto
1,
evitar los hidratos blancos, es muy cuestionable. Si bien es cierto
que que el exceso de pan o harinas refinadas puede inducir el
incremento de peso, también se ha demostrado que una dieta exclusiva
en patatas incluso puede adelgazar. De la misma forma, el arroz,
es consumido por millones de personas en oriente, y no es que sea la
población más obesa de la Tierra. La regla uno, si funciona, no es
porque los hidratos blancos engorden, sino porque normalmente se usan
como base para comidas muy muy apetecibles, como bocadillos, dulces,
tartas, etc… Obviamente, muerto el perro, se acabó la rabia, pero
están pagando justos por pecadores en este caso.
Ferriss
también apunta, sin dar ninguna prueba científica, sobre el uso de
blanqueantes
para la harina,
como el dióxido
de cloro,
que dan lugar a Aloxano,
y que producirían diabetes en ratas de laboratorio. Los lectores han
de saber que este producto para el blanqueamiento de la harina no
está permitido en España. Y lo que es más importante, no
ha podido ser demostrado que el Aloxano produzca problema alguno en
el organismo humano.
Punto
2,
comer las mismas comidas una y otra vez. Evitando los hidratos
blancos, se proponen una serie de alimentose “permitidos” sobre
los que hay poco que objetar. Son variados
y llenos de nutrientes,
huevos, pollo, legumbres, verduras… También recomienda comer cada
4 horas a las 10, 14, 18, 21 y 22, más o menos. Volveremos sobre el
horario luego.
Punto 3,
no
beber calorías.
Obviamente, ninguna dieta de adelgazamiento puede estar exenta de
evitar
bebidas azucaradas.
El punto cuestionable en este aspecto es que Ferriss señala al
malogrado aspartamo,
como un posible inductor de la ganancia de peso sin citar
referencias. Hasta donde sabe la ciencia esto es absolutamente falso.
Por cierto, el vino se libra hasta un máximo de 2 copas al día.
Punto
4 el
más polémico, no
comer fruta.
Si bien es cierto algunos de nuestros ancestros no tenían fruta todo
el año, parece que muchos olvidan que los climas en nuestro planeta
son tan diversos, que mientras algunos tenían Mamuts para comer día
sí y día también, otros estaban comiendo frutas y verduras día si
y día también. Los
kitavanos, sin ir más lejos, son una clara muestra viviente de
que mucha fruta, no implica ganar peso. Si bien es cierto, que un
exceso de fructosa puede ser negativo, la cantidad que podemos
ingerir vía fruta está muy por debajo de lo que sería perjudicial.
Punto
5, el
día de no contar calorías.
Y el séptimo día el Señor Descansó, y en este día se puede comer
de todo, y en las cantidades que se quieran y aun así, seguir
perdiendo peso. El problema con esta afirmación es que no se puede
demostrar o refutar de forma sencilla y entra más dentro del aspecto
psicológico de la dieta
que en el puramente nutricional.
Lo importante FUNCIONA y por qué?
Como
he dicho, no me cabe la menor duda de que la dieta, seguida “al pie
de la letra” funciona. Esta y cualquier otra, en eso hay poco que
objetar. La cuestión es si estas dietas milagro son sostenibles en
el tiempo. Para empezar, los que pongan en práctica la dieta Slow
Carb, están muy
influenciados por el personaje.
Confían en Tim Ferriss y estarán más motivados a llevarla hasta el
final. No obstante, se
de casos que lo han intentado y han tenido que abandonar.
Esta es una estadística importante, la del abandono y la del largo
plazo, que pocos incluyen en sus estadísticas.
La
cuestión no es si una dieta nos ayuda a adelgazar, sino si realmente
la podemos mantener en el tiempo. Aquí, la dieta Slow Carb falla por
varios motivos.
Primero,
es una
dieta ajena a nuestra cultura y a nuestros hábitos alimentarios.
Comer a las 14 y luego a las 18 o desayunar a las 10 es inviable para
muchos de nosotros y encaja
muy mal con nuestras rutinas.
Segundo,
comer las mismas comidas, aun incorporando el truco del día de
fiesta, es muy poco llevadero.
Tercero,
no vivimos solos en el mundo, tenemos compromisos sociales y
culturales que atender, comidas con clientes, familia, amigos, cañas,
tapas, ¿vamos a pedir que no nos pongan una paella, o una tapita un
miércoles porque estamos siguiendo una dieta? No lo veo, y a largo
plazo menos todavía.
La
dieta funciona porque es monótona
y poco
apetitosa,
la pone en práctica gente comprometida y motivada por el propio
Ferriss. Al evitar los hidratos blancos, quita de la ecuación
bollería y derivados que suelen ir siempre con azúcares. También
quita las bebidas azucaradas y los zumos de frutas, que podrían
ayudar en la pérdida de peso.
Ahora
bien, son unas recomendaciones muy efectivas a corto plazo, no
sabemos si seran efectivas
a medio o largo plazo.
Hace afirmaciones falsas sobre el aspartamo o el aloxano y por
supuesto, sobre la fruta en general.
CONCLUSION
¿Podemos
sacar algo positivo de esta dieta Slow Carb? En mi opinión, y a
pesar de su evidentes contradicciones, hay aspectos
positivos,
que tienen más que ver con el enfoque general que con los detalles
particulares.
Por
ejemplo, sí que es posible organizarnos las comidas de lunes a
jueves o viernes, de forma más o menos saludable y tomarnos un día
o el fin de semana de relax sin pensar demasiado en qué comemos. Por
supuesto, no beber calorías y/o reducir cualquier vehículo de
introducción de un exceso de azúcar o grasas en nuestro cuerpo. Es
decir, sí, los hidratos blancos caen dentro de esa categoría, pero
un poco de pan para comer, si no eres celíaco, no te va a poner
gordo. Ni que decir tiene, que lo mismo es aplicable a patatas o
arroz.
Por
último, cuando veáis una dieta milagro, preguntaros siempre por dos
cuestiones:
1
¿cuánta
gente la ha abandonado?
2
¿podría comer de esta forma toda mi vida de forma voluntaria?