Un
compuesto de la dieta mediterránea mata a las células del cáncer
Curar
el cáncer ha sido y es uno de los retos más dificiles del ser humano. O
quizás no. En
la
batalla
contra
el
cáncer,
nada
está
perdido.
Sabemos
que
las
células
cancerígenas
tienen
un sistema
para
crecer
de
manera
descontrolada:
conocen
como
inhibir
el
proceso
natural
que
les
haría
morir
en
el
momento
que
les
corresponde.
La
buena
noticia
es
que
científicos
de
la
Universidad
Estatal
de
Ohio
(EE
UU)
han
identificado
un
compuesto
de
los
alimentos
vegetales,
la
apigenina,
que
puede
impedir
que
las
células
tumorales,
especialmente
las
que
causan
cáncer
de
mama,
se
comporten
como
"inmortales".
Y,
por
lo
tanto,
evitar
el
desarrollo
de
tumores.
La apigenina es un flavonoide natural que se encuentra presente en grandes cantidades en el apio, el pomelo y el perejil, pero también forma parte de otras muchas frutas y verduras que ingerimos a diario en la dieta mediterránea. Andrea Doseff y sus colegas han identificado que la apigenina vuelve mortales a las células cancerosas, evitando que se descontrolen y que generen cáncer, pero que además se une a 160 proteínas diferentes del cuerpo, lo cual podría traducirse en más efectos beneficiosos, tal y como concluyen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. "Si comemos sano, estamos favoreciendo que se produzcan comportamientos normales dentro de nuestras células, y que se destruyan cuando les corresponde o cuando se vuelven malignas", aclara Dosegg.
La apigenina es un flavonoide natural que se encuentra presente en grandes cantidades en el apio, el pomelo y el perejil, pero también forma parte de otras muchas frutas y verduras que ingerimos a diario en la dieta mediterránea. Andrea Doseff y sus colegas han identificado que la apigenina vuelve mortales a las células cancerosas, evitando que se descontrolen y que generen cáncer, pero que además se une a 160 proteínas diferentes del cuerpo, lo cual podría traducirse en más efectos beneficiosos, tal y como concluyen en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. "Si comemos sano, estamos favoreciendo que se produzcan comportamientos normales dentro de nuestras células, y que se destruyan cuando les corresponde o cuando se vuelven malignas", aclara Dosegg.
¿Cómo
influye
la
dieta
mediterránea
en
la
calidad
de
vida?
Es
lo
que
han
intentado
averiguar
científicos
españoles
de
la
Universidad
de
Las
Palmas
de
Gran
Canaria
y
la
Universidad
de
Navarra
en
un
estudio
con
11.000
sujetos
llevado
a
cabo
durante
cuatro
años.
Y
han
llegado
a
la
conclusión
de
que
tiene
efectos
beneficiosos
sobre
la
salud
física
y
mental,
como
una
menor
incidencia
de
enfermedades
crónicas
y
de
mortalidad.
"La dieta mediterránea es un importante factor asociado a una mejor calidad de vida y se puede considerar como un modelo de alimentación saludable", explica a agencia SINC Patricia Henríquez Sánchez, coautora del estudio. La pirámide nutricional de esta dieta combina alimentos que deben consumirse diaria, semanal y ocasionalmente.
"La dieta mediterránea es un importante factor asociado a una mejor calidad de vida y se puede considerar como un modelo de alimentación saludable", explica a agencia SINC Patricia Henríquez Sánchez, coautora del estudio. La pirámide nutricional de esta dieta combina alimentos que deben consumirse diaria, semanal y ocasionalmente.
Las pautas de la dieta mediterránea
Las
comidas
principales
no
pueden
prescindir
de
tres
elementos
básicos:
cereales,
verduras
y
frutas
y
productos
lácteos.
Además,
se
debe
garantizar
el
aporte
diario
de
entre
1,5
y
2
litros
de
agua.
El
aceite
de
oliva
aparece
como
la
principal
fuente
de
grasa
por
su
calidad
nutricional
y
se
recomienda
un
consumo
moderado
de
vino
u
otras
bebidas
fermentadas.
Por
otro
lado,
el
pescado,
la
carne
magra
y
el
huevo
son
fuentes
de
proteína
de
alta
calidad
de
origen
animal.
El
pescado
y
el
marisco
son,
además,
fuentes
de
grasas
saludables.
En el vértice de la pirámide están el azúcar, los caramelos, los pasteles, la bollería y las bebidas azucaradas que deben consumirse de manera ocasional y en pequeñas cantidades.
En el vértice de la pirámide están el azúcar, los caramelos, los pasteles, la bollería y las bebidas azucaradas que deben consumirse de manera ocasional y en pequeñas cantidades.